Será el exsenador y exministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga el encargado de representar en las urnas las tesis del exmandatario, muy probablemente en contra de un antiguo compañero de gabinete: el actual presidente Juan Manuel Santos.
La candidatura uribista fue decidida durante una convención celebrada el viernes y sábado en Bogotá, en la que participaron más de 1.200 delegados del recién creado movimiento Uribe Centro Democrático (UCD).
Y, para hacerse con la nominación, Zuluaga, de 54 años, tuvo que derrotar en las urnas a otros dos reputados uribistas: Carlos Holmes Trujillo y, sobre todo, Francisco "Pacho" Santos, quien se desempeñó como vicepresidente de Uribe durante sus dos períodos de gobierno y es primo hermano del actual mandatario.
Antes de la convención Santos, era visto como el principal favorito y encuestas recientes lo daban incluso como ganador en una eventual contienda con su primo, al que tanto él como los otros precandidatos del UCD acusan de haber traicionado el "legado uribista".
Pero la decisión del exmandatario convocar a una convención en lugar de a una consulta nacional abierta como mecanismo para la definición de su candidato parece haber terminado por inclinar la balanza en favor de Zuluaga, quien según reportes preliminares obtuvo el apoyo del 56% de los convencionistas, suficiente para imponerse en la primera vuelta.
Uribista leal
Originario del departamento de Caldas, Óscar Iván Zuluaga empezó su carrera política a finales de la década de 1980 como concejal y alcalde del municipio de Pensilvania, pero abandonó la política activa tan sólo unos años más tarde.En el año 2002, sin embargo, fue electo senador de la república por un movimiento político independiente de tendencia conservadora y rápidamente se adhirió a la candidatura de Álvaro Uribe, llegando posteriormente a convertirse en uno de sus principales valedores en el Senado.
Zuluaga también fue fundamental en la búsqueda de la reelección de Uribe y como tal fue uno de los fundadores del Partido de la U, junto al actual presidente Juan Manuel Santos.
Y durante su segundo mandato se desempeñó como Alto Consejero Presidencial para luego pasar a ocupar la cartera de Hacienda.
Como todos los precandidatos del uribismo, Zuluaga es un fuerte crítico del proceso de paz con la guerrilla de las FARC, iniciado por el presidente Santos.
"La paz no está en La Habana y la agenda nacional no se negocia con las FARC", dijo por ejemplo el candidato uribista luego de ser nominado.
Pero es sobre todo su voluntad para canalizar leal y disciplinadamente al expresidente Uribe lo que muy seguramente lo definirá como candidato.
De hecho, durante la convención que se saldó con la nominación de Zuluaga, los tres precandidatos no se enfrentaron en debate, sino que se dedicaron a exponer su visión de país en torno a cinco "pilares" del uribismo, definidos por el propio exmandatario en una serie de "talleres democráticos".
Pilares que incluyen los tres famosos "huevitos" que Uribe consideraba su legado y esperaba fueran empollados por Santos: Seguridad Democrática, Confianza Inversionista y Cohesión Social, y dos nuevos conceptos: Estado Austero y Diálogo Popular.
Con Uribe por delante
La importancia de la imagen de Uribe para las posibilidades electorales de Zuluaga también está evidenciada en la insistencia del movimiento en llevar como su símbolo en la boleta electoral una imagen del rostro del exmandatario, algo que por el momento las autoridades electorales colombianas no han autorizado.La lógica detrás de esta solicitud es bastante simple: según las encuestas Álvaro Uribe todavía es, y por mucho, el político más popular de Colombia, mientras que Zuluaga no es especialmente conocido entre los colombianos.
Y, desde la elección del nombre, el Uribe Centro Democrático -originalmente llamado "puro centro Democrático"- parece dispuesto a hacer todo lo posible por hacer sentir a los electores que al votar por el candidato del movimiento estaría votando por Uribe en "interpósita persona".
Lo que no está claro, sin embargo, es si la alta popularidad de Uribe -en la que hay sin duda una alta dosis de agradecimiento personal por sus logros luego de dos períodos como presidente de Colombia- se extiende también a sus propuestas políticas, y si éstas además son vistas como las más adecuadas para el momento actual por una mayoría de quienes tienen una imagen favorable del exmandatario.
Y también queda la duda qué tan fácil será trasladar la popularidad de Uribe a sus candidatos, especialmente luego de lo ocurrido con el propio Juan Manuel Santos.
Después de todo, ya bien dice el dicho que "no es lo mismo ser la esposa del doctor, que la novia del estudiante".
No obstante, Zuluaga ha hecho de su lealtad a Uribe una de sus principales cartas.
"Expresidente Uribe, seré un buen alumno y nunca lo traicionaré", le dijo luego de ser nominado.
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